Hace 15 años, en Abril de 2001, tuvo lugar un inesperado acontecimiento en Canberra, Australia, que habría de cambiar la escena de las organizaciones políticas internacionales. Sin mucho ruido ni despertar demasiado el interés de los grandes órganos de prensa, fueron llegando un numero importante delegaciones ecologistas a la capital australiana desde las direcciones más diversas del globo. Ello tanto de países africanos, como del sud y del norte de América, de los países europeos así como de los rincones más variados de Asia. Ello con un único objetivo: fundar un movimiento verde global que agrupe a todos los partidos y movimientos políticos verdes del mundo. Representaban a partidos y movimientos verdes de más de 70 naciones.

En sus mentes y sus corazones, los participantes traían los principios, las experiencias y la convicción recogida no solo en la lucha contra la preservación del ambiente y la oposición al cambio climático. También venían animados por el deseo de intercambiar experiencias y de organizarse para intensificar sus luchas por la democracia participativa, contra la corrupción, por la justicia social, la paridad de géneros y contra toda forma de discriminación sexual, religiosa o basada en diferencias étnicas. Herederos de las luchas de los movimientos emancipatorios más diversos, firmes partidarios de la no violencia, arribaban persuadidos de que otro mundo es posible e indispensable. Conscientes de que las generaciones presentes solo detienen el planeta en préstamo y que tienen la responsabilidad de dejarlo igual o mejor para las generaciones futuras.

En sus mochilas estos pioneros traían también la convicción de que tenían en tanto que movimiento verde y de la ecología política, una clara responsabilidad, al lado de los pueblos indígenas, las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, el mundo científico crítico, ciertos movimientos religiosos, y tantas otras expresiones que gradualmente se fueron identificando con la necesidad de efectuar un viraje ecologista radical  que cada día resulta más urgente.

El instrumento que permitió dar forma a esta pujante iniciativa fue la Carta de Global Greens, adoptada durante el primer Congreso de los Verdes Globales en Canberra en 2001, que sigue siendo hasta hoy el fundamento teórico y la fuente de inspiración principal de los verdes del mundo entero.

Volver la mirada hacia aquel encuentro mítico no puede dejar de despertar la nostalgia. De las interminables sesiones de negociaciones, del gran número de talleres y grupos de trabajo y de la magnífica recepción brindada por los Verdes australianos a los viajeros y sus esperanzas, surgen nítidos una cantidad de nombres y rostros de los fundadores y pioneros de esta gran aventura común.

Todos éramos conscientes que nos lanzábamos a una empresa nada simple. Pero muy pocos imaginábamos que el tren que habíamos puesto en marcha emprendería un viaje solo  comparable con los de las ferias y sus montañas rusas. Pero resultó mucho más peligroso aún por una razón bien simple, los obstáculos que tuvimos que enfrentar no eran simulados sino bien reales.

La construcción de los Verdes Globales, de los que hoy forman parte partidos y movimientos políticos verdes de todo el mundo y de mas de 90 paises,  agrupadas en las cuatro Federaciones de partidos Verdes de las diversas regiones del globo, en realidad se reveló una empresa titánica.  Una empresa que solo fue posible porque detrás de estas estructuras y organizaciones, se encontraban personas concretas, con sus corazones llenos de entusiasmo, decididos a superar las adversidades y  ayudados por una fuerte voluntad,  que durante estos quince años  motorizaron todos los medios a disposición para consolidar y reforzar esta organización mundial.

Poner en pie semejante organización y hacer que permanezca en vida, teniendo en cuenta que carece de recursos propios y que depende de los apoyos que logra concitar aquí y allí, no fue simple. En todo caso podemos decir, que sin el apoyo constante de los Verdes Australianos, de los Verdes Europeos, de fundaciones tales como el Green Forum y también de la Heinrich Boel Stiftung, asi como de cada vez más donantes individuales, hoy no estaríamos aquí. Esto no significa para nada que hayamos salido de la fase en la cual la existencia misma de los Global Greens se halla en riesgo permanente. La carencia de una fuente de recursos regular, suficiente y adaptada a las necesidades de una organización con ambiciones globales, es una espada de Damocles que pende todo el tiempo sobre su cabeza.

Y a pesar de todas estas dificultades materiales y prácticas, los Global Greens, durante estos largos 15 años, lograron construir un sólido sócalo de orientaciones políticas comunes. Los tres Congresos que tuvieron lugar desde su fundación, y las resoluciones aprobadas en los mismos permitieron dar vida a los principios y objetivos políticos de la Carta de Canberra en un contexto de significativa homogeneidad política.  Al primero congreso en Australia y su Carta, le siguió el segundo en Sao Paulo organizado con la ayuda inestimable de los Verdes de Brasil, en el cual fueron adoptados 21 lineamientos políticos para el siglo XXI. Durante el tercer Congreso realizado en Dakar, en el corazón de África, con la inestimable ayuda de la Federaciónn de partidos Verdes africanos, se adoptaron una serie de resoluciones sobre la cooperación Nord Sud, se hicieron progresos en el terreno de la economía verde y se aprobaron decisiones claves para consolidar la organización de los Verdes a nivel planetario. El que estos Congresos tuviesen lugar en diferentes continentes del globo, así como el hecho que el cuarto Congreso tendrá lugar el año que viene en el Reino Unido, en Liverpool, un lugar cargado de historia que combina un pasado de transporte y comercio de esclavos con el grito de libertad de los Beatles, es la demostración geográfica de la ambición planetaria de nuestro movimiento.  Porque la geografía también es política.

Los logros alcanzados por los Global Green durante los años de su existencia, son numerosos a pesar de no ser siempre visibles y perceptibles. El impacto de estos logros, por otra parte, han sido muy diferentes en las diferentes latitudes del globo.

  • La posibilidad de poder mostrar la pertenencia a la familia Verde global es de una gran importancia para los partidos nuevos, pequeños y aún frágiles. Esa pertenencia y membrecía no solo les confiere una estatura particular, sino que los protege frente a la discriminación, la indiferencia y no pocas veces la represión, a la que a menudo se los mismos hallan expuestos, especialmente en paises del Sud. Algo que no siempre resulta simple de comprender desde la óptica de partidos verdes consolidados y particularmente aquellos pertenecientes a los países más desarrollados.
  • En el contexto de la creciente integración ligada a la globalización y el intercambio cada vez más fluido de la información, la pertenencia a la familia verde les permite a los partidos más débiles, sobre todo de las regiones más pobres del planeta, a acceder de la elaboración política y a la experiencia de los partidos más fuertes, de no importa que rincón del mundo.
  • A pesar de su debilidad y su falta total de medios del así llamado “Green Shield”, la pertenencia a los Global Greens ha permitido a muchos partidos contar con su apoyo en situaciones de represión.  Gracias al “Green Shield” hemos podido denunciar y en alguna medida proteger a compañeros y organizaciones verdes que sufren de persecución política en sus países. La simple evidencia que una acción contra un militante verde va a desatar un grito de indignación generalizado a nivel global en cierto modo desalienta y frena a los opresores de todo orden a actuar.
  • Otro de los logros más significativos es que los Global Greens entretanto han logrado constituirse como organización legal reconocida a nivel internacional al tiempo que han logrado obtener el estado de organización formalmente reconocida por las Naciones Unidas.
  • Como sucedió recientemente, durante la COP 21 en Paris, los Global Greens han contribuido a lo largo de todas las mayores conferencias ambientales y otras en las que participan activistas y políticos verdes de diversos orígenes, a coordinar las actividades de los verdes que asisten. Entre otros aspectos han ayudado a preparar resoluciones comunes de todos los partidos Verdes, a concertar las iniciativas a adoptar (organización de encuentros, debates y conferencias), así como a coordinar el trabajo de prensa.
  • Los Global Greens actúan como un poderoso imán de atracción sobre fuerzas políticas y movimientos nuevos y emergentes, que, gracias a la existencia de este polo de agregación política Verde, se acercan a nuestras posiciones y se interesan a cooperar con el movimiento ecologista. Ello a veces incluso cuando se hallen en competición con un partido verde local.
  • La existencia de los Verdes Globales ha permitido que entre partidos y electos de partidos verdes de diversas latitudes, se creen iniciativas comunes para afrontar ciertos problemas específicos. Aunque esta dimensión debe ser desarrollada y fortalecida, e xisten algunos ejemplos dignos de mención, como la iniciativa que fue lanzada en común por los Verdes de Canadá y de diversos países de América Latina (triangulada con Australia) contra la minería a cielo abierto y tóxica. De igual modo podemos hacer referencia a las iniciativas contra la política de Ground  Graping llevada a cabo por especuladores de todo calibre. La lista de iniciativas similares es larga y toca temas tan variados como la destrucción de la Amazonia, la explotación de uranio, de oro, la lucha contra Monsanto, etc.
  • En el mismo sentido podemos mencionar las Redes Verdes que se han ido organizando gracias al apoyo de los Globl  Greens en estos últimos años, tales como la red de parlamentarios verdes, la red a favor de la paridad de género, así como un sinnúmero de inciativas puntuales, en torno a cuestiones ambientales y otras.
  • Los Global Greens han contribuido también a que se anuden lazos fuertes y de extrema importancia para el crecimiento de nuestro movimiento entre fundaciones y partidos verdes e incluso Federaciones. El ejemplo más meritorio en este sentido, es el que se estableció ahora hace ya años entre Gren Forum, la fundación verde sueca, con la Federación Verde Africana. Pero no es la única experiencia que puede ser mencionada.
  • Last  but  not  least, no podemos dejar de mencionar los esfuerzos que se han estado realizando todos estos últimos años a fin de mejorar la circulación de la información entre los partidos verdes del globo, como lo muestra el presente boletín y su aparición regular desde hace un lapso de tiempo considerable.

A título de balance

Estos 15 años de cooperación entre los verdes globales no han sido simples y no se han  desarrollado siempre sobre rieles bien aceitados.

Pero para prepararnos mejor para asumir el futuro hay que valorar críticamente lo que hemos hecho. Hay que saber que durante todos estos años a fin de apuntalar la construcción de los Global Greens, estos han tenido que enfrentar serias dificultades tanto externas como internas.

  • Los obstáculos externos más relevantes han sido entre otros:Represión directa o indirecta contra activistas y partidos verdes. En muchos países los activistas ecologistas de todos los bordes, han sido perseguidos, encarcelados y en algunos casos incluso asesinados. Uno de los casos más conocidos es el de Chico Mendez, el ecologista histórico de Brasil, que pagó con su vida su decidida lucha por defender la selva amazónica y sus habitantes. Pero es solo uno de la larga lista de las tantas víctimas de la represión. El vicepresidente del partido Verde de Ruanda, ha sido otro activista que pagó con su vida su empeño ecologista. Según Global Witness, en 2014 han sido asesinados unos 116 activistas ambientales en 17 países. En 2014 – año de referencia- el número de víctimas aumentó en un 20% respecto al año anterior. Y eso sin que mencionar otros activistas asesinados, en especial los que luchan por poner fin a la discriminación de mujeres y otras violaciones de derechos humanos.
  • La existencia y preservación de sistemas electorales injustos destinados a impedir el acceso de nuevos partidos, es otro de los problemas que enfrentamos. Se trata de una práctica muy difundida, en la que se combinan sistemas electorales mayoritarios, con otros sistemas destinados a impedir el acceso a las elecciones de los partidos nuevos y más pequeños. La lista de las técnicas utilizadas es interminable.
  • La creación de partidos teleguiados y falsos para debilitarnos y confundir la opinión es otra práctica muy difundida. En no pocos países las autoridades – a menudo recurriendo a la ayuda de los servicios- han dado vida a pseudo-partidos verdes. Partidos creados y financiados al amparo de los órganos de información del estado, para confundir la opinión pública y debilitar los incipientes partidos verdes auténticos.
  • No podemos dejar de mencionar entre los obstáculos que hemos enfrentado el lanzamiento de campañas que niegan el cambio climático, financiadas por empresas petroleras y otras, con intereses explícitos en el mantenimiento de un mix energético basado en combustibles fósiles. Lo mismo puede decirse de las campañas pro-nucleares financiadas por sus partidarios.
  • La apropiación por parte de los partidos opositores a los Verdes de nuestro programa aduciendo que la ecología no es política y que sus valores no deben asociarse con un partido político, es otra de las artimañas más difundidas.  Más allá de que es un suceso para los verdes que los postulados de nuestra política sean adoptados por más y más sectores de la sociedad, detrás de  estas afirmaciones a menudo se oculta una estrategia destinada a deslegitimar la existencia de partidos verdes autónomos que intentan ganar votos y asumir responsabilidades gubernamentales.

 

En cuanto a las dificultades internas, es decir aquellas de la que somos responsables nosotros mismos, la lista no es más corta:Una de las enfermedades infantiles de los partidos Verdes que han debilitado a los Global Greens es que,  en ciertos países,  en vez de desarrollarse movimientos verdes integrados, fuertes, capaces de organizar el mundo de los activistas y de las personas dispuestas a dar su apoyo a nuestra política, han nacido diversos grupos sectarios, a menudo en torno a un caudillo y a expensas de un funcionamiento democrático,  que han trabado, al menos durante un tiempo la emergencia de un partido verde en dicho país.

  • La escasa continuidad y compromiso de ciertas Federaciones durante largos periodos, ha condicionado fuertemente la solidez de los Global Greens. Del mismo modo que tensiones internas de la Federación Verde Africana durante entre 2005 y 2010 hizo que el 2do Congreso tuviera que ser desplazado de Nairobi (Kenya) a Sao Paolo (Brasil), los largos meses sin participar en un modo efectivo de parte de la Federación de las Americas en los Global Greens, han fragilizado el funcionamiento de la organización.
  • El respeto de la Carta de Canberra no ha sido todo lo estricto que hubiera sido deseable. Uno de los puntos más delicado a este respecto, tiene que ver con el apoyo que ciertos partidos verdes han dado a la intervención militar en ciertas circunstancias sin respetar plenamente las exigencias de la Carta de Canberra (como la existencia de una resolución en tal sentido del Consejo de las Naciones Unidas entre otras).
  • Otro de los problemas en este sentido y que ha llevado a tensiones entre los partidos Verdes, ha sido el recurso de uno que otro partido a prácticas “populistas” y violaciones de ciertos principios referentes a los derechos humanos (tal como adoptados en la Carta de Canberra), en aras de conquistar votos y asegurar el mantenimiento de su reconocimiento legal.
  • Tampoco podemos dejar de mencionar una actitud que no puede ser descripta más que como “intervencionista” adoptada por ciertos verdes individuales – casi siempre electos- en circunstancias delicadas, contra o en detrimento de otros partidos Verdes. En particular durante elecciones y a menudo sin un conocimiento suficiente de la realidad local. Por suerte podemos afirmar que esta práctica en parte gracias a los esfuerzos de los Global Greens ha ido disminuyendo con el curso de los años.
  • Lamentablemente la lista de los problemas causados por los verdes mismos, no termina aquí. No podemos dejar de mencionar la participación tan dispar de los partidos verdes en los trabajos de los Global Greens. Diversos partidos fuertes, con gran influencia política, solo aparecen durante los congresos. Durante los periodos entre los mismos desaparecen, dejan la responsabilidad en manos de sus Federaciones regionales, o llevan adelante su propia política internacional, sin concertarse suficientemente con los Gobal  Greens.

Los próximos 15 años

A medida que la responsabilidad política de los Verdes crece globalmente, habrá que reformar y fortalecer la capacidad de coordinación de los Global Greens a fin de asumir las nuevas responsabilidades. La necesidad de afianzar y consolidar la cohesión política se hace cada vez más urgente. Lo mismo vale para la capacidad operativa de la organización de los Global Greens.

Es indispensable que el compromiso de los partidos miembros de los Global Greens con su organización común se intensifique y se vuelva más regular. Los Global Greens son y deben ser ante todo una organización de sus partidos miembros. Y ello no solo durante los Congresos cada 5 años. Lo contrario sería condenar los Global Greens a ser una organización burocrática, de un puñado de delegados de las Federaciones regionales Verdes, que más allá de su empeño y de su esfuerzo, terminaran por hallarse a cargo de un cascarón vacío, despojado de influencia política.

La vitalidad y el rol de los Global Greens está íntimamente relacionado con el fortalecimiento de sus partidos miembros y de la coordinación entre estos, tanto regional- como global- y bilateralmente. La vitalidad y el rol de los Global Greens está directamente vinculado a la intensidad de la cooperación entre los electos verdes, tanto a nivel nacional, multinacional como local, a la intensidad de la cooperación con y entre las fundaciones verdes, a que los electos locales y de las grandes ciudades de todas las latitudes, intercambien experiencias y proyectos. Depende de la solidez de las redes temáticas, de iniciativas combinadas entre miembros de partidos de diversas latitudes, de la capacidad de llevar adelante campañas comunes. Y depende sobre todo de la capacidad de los principales actores de los partidos verdes a fijar posiciones y a reaccionar frente a los acontecimientos globales, que requieren una respuesta directa de parte de los Verdes Global.

Aún hoy 15 años después de su adopción, no existe una formulación más inspiradora para estimular nuestra marcha común hacia el futuro que la Carta de Canberra.

Entonces como ahora se trata de intensificar la cooperación entre los Verdes del planeta.

Entonces como ahora se trata de apoyar el fortalecimiento de los partidos Verdes y de la juventud Verde.

Entonces como ahora es esencial que el comportamiento de nuestros partidos y de nuestros militantes sea coherente con nuestros principios y que demos un ejemplo de la democracia participativa que proclamamos.

Entonces como ahora es fundamental que no solo critiquemos la corrupción, sino que la combatamos con un rigor extremo,  comenzando por garantizar que en nuestras filas semejantes practicas se hallan excluídas.

Entonces como ahora es indispensable que nos apoyemos unos a otros, “con amistad, optimismo y buen humor, sin olvidar de divertirnos juntos”.