La presión social, la proximidad de las elecciones y la falta de consenso entre las filas del PP, obligan la retirada del anteproyecto de la reforma de la ley del aborto y causa la dimisión del Ministro de Justicia en España.

Llegó el otoño y con él, miles de sonrisas iluminaron las calles y plazas de España.

El pasado 23 de septiembre el gobierno español retiraba el anteproyecto que pretendía reformar la Ley del Aborto de 2010.  A partir de ese día y desde distintos puntos del mundo, se escuchaba al unísono  << ¡lo hemos conseguido!>>.

Nueve meses de presión social y constante presencia en las calles

En diciembre de 2013 el ministro español de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón anunciaba la aprobación del Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada; con la intención de ser aprobada en el Parlamento español  gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular (PP).

De haber sido aprobada, se hubiera pasado de una ley de plazos a una ley de supuestos; es decir, de una ley de vanguardia europea equiparable a los países más progresistas y avanzados en derechos sexuales y reproductivos, a una ley que contempla como única justificación para abortar los supuestos de violación o de riesgo para la salud de física y psíquica de la madre. Así pues, la también conocida como “Ley Gallardón” establecería la más retrógada de cuantas la democracia española hubiera conocido.

Este hecho no era novedad. En 2010 el Partido Popular presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional en contra de la ley del aborto aprobada por el gobierno de Zapatero, todavía a la espera de resolución. Además, la modificación de la ley venía en su programa electoral para las elecciones de 2011.

Ante esta situación, durante los meses de enero y febrero de 2014, la ciudadanía española y la solidaridad internacional comenzaron con las movilizaciones para exigir la retirada del anteproyecto de ley. Diferentes generaciones de personas salieron a la calle para reclamar el derecho a poder decidir libremente el destino de su vida y su futuro. Parece irreal ver cómo algunas de estas personas eran las mismas que, treinta años atrás, se echaron a la calle para (volver a) reclamar una ley que ya había sido aprobada en 1985; y que gracias a la persistencia y al ansia de mejora se logró cambiar en 2010, hasta hacerla más progresista y equiparable a la de los países europeos.

Durante los meses marzo y abril siguieron las protestas y el tema estaba candente en la opinión pública. Entre algunos sectores del Partido Popular, se hizo manifiesto el descontento y la tensión de entre quienes estaban a favor y quienes mostraban su reticencia en la aprobación de la modificación de la ley.

En mayo llegaron las elecciones al Parlamento Europeo, y con ellas, se hizo palpable el descontento de los españoles con las políticas y la manera de proceder de los partidos mayoritarios. El Partido Popular fue el más votado, pero perdía más de dos millones y medio de votos en comparación a las elecciones de 2009.

En el mes de julio el Ministro Gallardón anunció que la ley del aborto sería aprobada antes de que acabra el verano. En ese mismo mes nace en Berlín la Red Federica Montseny, una plataforma que pronto se extiende por diferentes ciudades europeas y cuyo objetivo es <<facilitar el acceso a un aborto libre y seguro en el extranjero a todas las mujeres que se vean obligadas a trasladarse fuera del Estado español para someterse a la intervención la interrupción del embarazo en países con legislaciones más permisivas en materia de salud reproductiva>>.

¿Partido Im-Popular?

Tras el parón de vacacional del mes de agosto; en septiembre empieza el nuevo curso político y las miras de políticos y formaciones políticas ya están puestas en las siguientes elecciones.

2015 será un año electoral importante para España, primero con las elecciones municipales y autonómicas en mayo y con las generales a finales de 2015. El Partido Popular ya ha comenzado su campaña electoral y, pese a que ahora gobierne con mayoría absoluta, las estadísticas vaticinan un cambio sustancial en el arco parlamentario. Entre las filas del PP saben que puede salirles caro aprobar una ley tan controvertida como la del aborto o la ley de la reforma electoral, en la que la disparidad de opiniones dentro del partido son importantes.

Semanas antes de que el Presidente Mariano Rajoy anunciara que el gobierno abortaba el plan Gallardón, ya se especulaba de la potencial retirada de la misma. Sin embargo, pocas sospechas había de que se cumpliría una de las demandas más solicitadas durante las movilizaciones ciudadanas: la dimisión del ministro de justicia, Alberto Ruíz-Gallardón. El Ministro afirmó que su dimisión venía dada a consecuencia de que el Gobierno adoptara la decisión de no pasar al Congreso el anteproyecto aprobado nueve meses atrás.

A pesar de la retirada y dimisión; no se debe bajar la guardia. A falta de lo que diga el Tribunal Constitucional, en España todavía se puede abortar de manera segura. Es por ello que las movilizaciones llevadas a cabo durante todos estos meses; así  como las del día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro (28 de septiembre) , nos recuerda que las movilizaciones sociales y la presión ciudadana sí que sirven para lograr un mejor porvenir social.