España ha sido uno de los países dónde la Unión Europea ha gozado de mejor valoración y aceptación en la opinión pública desde su ingreso como Estado miembro en 1986. Las grandes inversiones que desde la Unión Europea se han realizado en el Estado español, a través del Fondo de Cohesión, el FEDER o la Política Agraria Común (PAC) entre otros, ofrecieron a la ciudadanía española un gran incremento de bienestar y la modernización del Estado. Pero, la crisis financiera global y el estallido de la burbuja inmobiliaria en España, llevaron a la Comisión Europea, al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional ha intervenir por la puerta trasera en la economía española con políticas impopulares que por gran parte de la sociedad se percibieron como imposiciones internacionales que pretendían salvar los intereses de las grandes élites económicas, sin tener en cuenta las necesidades de la gente ni penalizar los culpables de esta situación. Desde este momento, y siguiendo claramente un fenómeno a nivel europeo, podemos decir que la popularidad de la Unión Europea ha bajado notablemente, más por su manera de gestionar la crisis que porque los españoles no quieran permanecer más en ella.

Sumado a este sentimiento de anti-europeismo, en España, al igual que en la mayoría de Europa, las las campañas electorales del ultimo 25 de mayo no han girado entorno a las políticas concernientes a la Unión sino entorno a las cuestiones nacionales y a hacer un balance de poder de los partidos en el electorado nacional con vistas a las próximas elecciones locales, regionales o nacionales dependiendo del Estado. Y España, desgraciadamente, no ha sido la excepción.

Un nuevo escenario político después de las elecciones

La composición de los eurodiputados  y eurodiputadas del Estado español en el Parlamento Europeo durante los próximos 5 años difiere en gran medida de aquella que se trasladó a Bruselas en 2009. La mayor diferencia es la gran pérdida de escaños por parte de los dos partidos mayoritarios que han representado el tradicional bipartidismo español durante los últimos 30 años. El Partido Popular (PP) ha perdido más de dos millones y medio de votos en comparación a las elecciones de 2009, y ha pasado de 24 eurodiputados a tan solo 16. Por otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), perdió una cantidad similar de votos, aproximadamente otros dos millones y medio y 9 escaños, de 23 a 14. Si se analiza conjuntamente a los dos partidos, como representantes de la gestión y del gobierno español desde las elecciones generales de 1982, podemos hablar de la primer gran derrota del bipartidismo. Entre los dos partidos han perdido la confianza de más de 5 millones de electores, perdiendo a la misma vez 17 eurodiputados y pasando de un 80,9% de los votos en 2009 a tan solo un 49,06% en 2014.

Otra gran diferencia es la cantidad de listas electorales que han obtenido representación en el Parlamento Europeo en 2014, de un total de 6 listas electorales en 2009, ahora habrá representantes de 10 listas. Cabe destacar que esto es fruto de la circunscripción electoral única y de la falta de corte porcentual, hecho que hace de las elecciones al PE las más proporcionales y representativas. Pero, también es remarcable, que a pesar de la gran perdida de escaños de PP y PSOE, las otras 8 listas suman un total de 24 eurodiputados frente a los 30 obtenidos por los dos grandes partidos.

En contraposición a los resultados de otros Estados miembro de la UE, los resultados de las elecciones no han reflejado una tendencia de la sociedad española a respaldar partidos de extrema derecha y el gran aumento de los eurocríticos ha venido ligado al gran auge de los partidos de izquierda radical.

Los partidos de izquierda han sido la gran sorpresa de estas elecciones. La lista de la Izquierda Plural ha pasado de los 2 diputados de 2009, uno para la GUE y el otro para el Partido Verde Europeo, a obtener 6 en las presentes elecciones, 5 para la GUE y el tradicional escaño de Iniciativa per Catalunya Verds para los Verdes Europeos. Incrementando casi un millón más los votos obtenidos respeto su último resultado electoral. Pero, el bombazo electoral ha sido la irrupción del partido de izquierda antisistema eurocrítico Podemos, que en solamente tres meses desde su nacimiento, ha cosechado más de un millón doscientos mil votos, con un discurso rompedor de fuerte crítica a la casta política y al establishment político inmovilista del Estado, que ha contado con una gran presencia en los medias aprovechando los dotes comunicadores de su líder Pablo Iglesias. Podemos ha obtenido 5 eurodiputados, que se unirán a la GUE.

Por otro lado, estas elecciones demuestran un significativo incremento del voto electoral hacia los partidos liberales, el partido UPyD gana tres escaños en comparación a 2009 y se queda con un total de 4. Los partidos regionalistas CdC y PNV que conforman una lista electoral conjunta ganan 3 escaños como en las pasadas elecciones y aparece el partido Ciudadanos con otro escaño. Los ocho escaños que suman estos partidos formaran parte del grupo Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) en el parlamento europeo.

Finalmente, los partidos regionalistas también han aumentado su electorado. Entre todos ellos, suman 4 escaños, en tres listas electorales distintas. Principalmente, por el conflicto soberanista que se vive en Cataluña, hoy en día. Y por eso, es importante remarcar, que las cuestiones principales en las que se ha basado la campaña electoral de las elecciones europeas en la Comunidad Autónoma de Cataluña han sido muy diferentes al resto del Estado. Con la mirada puesta al referéndum sobre la independencia convocado para el próximo 9 de noviembre, el principal eje de la campaña ha sido el proceso soberanista. Y por primera vez, des del fin de la dictadura, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha sido la fuerza política más votada entre los catalanes, hecho destacable porqué la principal bandera de su campaña fue la futura proclamación de Cataluña como un Estado independiente.

Equo: una victoria a medias

Las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 han sido una oportunidad histórica para que un partido verde español que se presentará a nivel estatal obtuviese unos buenos resultados electorales, permitiendo tener el primer eurodiputado verde español que no proviniera de los verdes catalanes. Y se puede decir que el resultado ha sido bueno, por el hecho que la coalición Primavera Europea,  formada por Equo, la Coalición Compromís (partido regionalista de la Comunidad Valenciana) y la Chunta Aragonesista (partido regionalista de la Comunidad de Aragón) entre otros partidos, ha obtenido un eurodiputado. Sin embargo, el número de votantes que ha respaldado a Primavera Europea en las elecciones europeas ha sido un poco pobre. De las diez listas electorales que han obtenido representación en el Parlamento Europeo, ha sido la lista menos votada, con casi 300.000 votos y un 1,91% del total de los votos. Y se tiene que tener en cuenta que casi 140.000 provienen de la Comunidad Valenciana, dónde el principal partido de la Coalición era la Coalición Compromís, por lo que en el resto del Estado español, Primavera Europea ha obtenido poco más de 150.000 votos.

Este resultado de Primavera Europea, se traduce en un reparto del eurodiputado entre Coalición Compromís, cuyo líder estará en el Parlamento Europeo 28 meses en la Alianza Libre Europea, y Equo, que tendrá el eurodiputado la segunda parte de la legislatura, durante 32 meses, y esté formará parte  del Partido Verde Europeo.

Cataluña: el ecosocialismo de Iniciativa per Catalunya Verds obtiene buenos resultados

Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), partido miembro del Partido Verde Europeo, ha obtenido unos muy buenos resultados en comparación a los de 2009. Ha pasado de un 6,08% de los votos a un notable 10,3%, pasando de ser la quinta a la cuarta fuerza electoral en Cataluña. Este incremento de votos no se ha trasladado en un incremento de escaños por el hecho de formar parte de la lista electoral de la Izquierda Plural, y el hecho de que su cabeza de lista era el número tres de la lista de Izquierda Plural que se presentaba en el conjunto del Estado español. Sin embargo, estos resultados han permitido que ICV afianzara su escaño, que formará parte del grupo parlamentario compuesto por el Partido Verde Europeo y la Alianza Libre Europea (ALE).  Estos resultados son considerablemente buenos, teniendo en cuenta que el eje por el cual ha girado toda la campaña europea en Cataluña ha sido el proceso soberanista y el referéndum de independencia convocado para el próximo 9 de noviembre.